Ana María Janer, Sierva de Dios

viernes, julio 21, 2006

...cuidaré de ellos como una madre cariñosa; darles vida santa y moralidad, desarrollando sus facultades morales;
enseñarles nuestra religión sacrosanta, instruirlos, hacerlos buenos cristianos y darle a Dios muchas almas,
esto haré yo hasta llegar al sacrificio...

1849-1859. La Casa de Caridad o Misericordia de Cervera.

Impulsada por su espíritu emprendedor la Madre Janer, y recapacitando consigo que la enseñanza argüía mayor grado de caridad porque se refería al espíritu del ser humano, el cual superaba en dignidad a la parte física del mismo; se prestó gustosa a procurar el desarrollo de la niñez o sea del hombre en todo su componente moral y físico.” (JOI pág. 40-41)

En febrero de 1849, la madre Janer se hizo cargo de la Casa de caridad o de Misericordia de Cervera, y allí se dedicó generosamente a la educación y cuidado de niños y jóvenes huérfanos y pobres, y fue para ellos una madre cariñosa, procurando que no les faltara nunca pan e instrucción y, sobre todo, el afecto y el cariño familiar. (Cfr. "Creyente y solidaria”)

En la Real casa de Misericordia, la Madre Janer dio constantemente relevantes pruebas del espíritu de caridad y amor tierno a los asilados, con los incesantes desvelos que prodigaba a sus necesidades y las que socorría con amor maternal sin excusar sacrificio. Sobre los cuidados que le inspiraban sus dolencias físicas, tenía superior interés por la formación del hombre moral y el desarrollo de su inteligencia: así que dicha Madre por sus prendas en todos los sentidos y principalmente por sus dotes de educadora, era estimada de cuantos la rodeaban y dominaba a los pequeñuelos con su afable gravedad.” (JOI pág. 43)
JANERIANOS:
“Nuestra misión específica pretende poner de manifiesto, por el ejercicio de la caridad, que Dios está presente y cercano al hombre, que es fidelidad en cualquier situación en que el ser humano se encuentre, para que éste sepa que Dios ha entrado en comunión solidaria con él. “ (CEM 4.2c)